«Yo Soy Amor, Yo Amo, Todo es Amor»

En Registros Akáshicos trabajamos mucho con el poder de la oración o rezos.
A mi la palabra rezar o rezos me encanta me suena dulce y profunda.

La llave a los Registros Akáshicos es, en sí misma una oración, un rezo sagrado.
Al pronunciarlo podemos sentir como el canal empieza a vibrar a abrirse y a sintonizar con dimensiones superiores.

Cuando rezamos con intención y conciencia estando presentes en ese momento, hacemos real algo mas allá de nosotros mismos.
Algo Sagrado y misterioso que nos envuelve y responde.

Debido a la belleza e inmensa creatividad de la experiencia en la Tierra, los Seres de Luz no interfieren si nos le pedimos que lo hagan, ellos no juzgan y respetan sobre todo los procesos en nuestro libre albedrío. Cuando les rezamos estamos pidiendo su asistencia.

Los rezos han de salir del corazón y han de mantenernos presentes. Podemos hacer nuestros propios rezos, con nuestras palabras. Las palabras tienen una determinada vibración y como en una partitura la secuencia de las notas crea una u otra melodía, en la oración la secuencia de las palabras crea una u otra vibración.
Por eso con determinados rezos podemos sentir una gran intensidad porque al componerlas están elegidas para una entonar una frecuencia determinada.

Es maravilloso practicar a escribir rezos y repetirlos por un periodo de tiempo.
La repetición nos traerá muchos beneficios. el primero es estimular, llamar o crear una determinada energía a nuestro alrededor. También ayuda a afianzar patrones mentales. Nuestra mente va creando hábitos, pautas de pensamiento que codifican, crean, manifiestan nuestra realidad. Si repetimos un rezo una y otra vez, ayudaremos a asentar un nuevo patrón de pensamiento.
Uno de mis rezos preferidos es muy sencillo, lo utilizo como un mantra repitiéndolo cada vez que puedo de modo que se integre en mis hilos de pensamiento, en la energía alrededor de mi, en mi vida en mi cuerpo.