Benditos hijos, amados y adorados por nosotros. Seres de luz de amor y de color.
Comprender que como la vibración de la Tierra cambia, así cambian también las leyes del Karma y todos y cada uno de los compromisos y pactos para la reencarnación.
Cuando acabamos, trascendemos una vida terrena, nuestro espíritu, nuestra Alma sube a Reinos Superiores. En estos reinos se reúne con su tribu, con el grupo de Almas con los que participa en la Tierra en cada una de sus encarnaciones.
Cuando las Almas llegan por primera vez a la Tierra vienen con un propósito o un interés que es el motor principal que mueve o impulsa todas y cada una de sus vidas. Cada existencia en la Tierra, cada vida, cada encarnación, es una manera de estar mas cerca de expresar el propósito esencial , el propósito original en su totalidad.
Las Almas con las que pactamos, con las que nos hermanamos y decidimos encarnar, nos ayudan a poder darle diferentes aromas, puntos de vista y esencias a nuestra experiencia, para poder acercarnos cada vez mas y mas a esa consecución plena del propósito original.
Así como veréis benditos hijos, el propósito de las encarnaciones responde a un plan inicial, que tiene una continuidad de una vida a otra, para poder llegar a realizar y saborear nuestro propósito original en todo su esplendor.
Ahora bien cuando las Almas encarnan en la Tierra gozan de la bella e infinita creatividad y posibilidades que la encarnación y las leyes de la Tierra le proporciona.
Dentro del plan original, para cada vida hay un plan parcial, que responde a ese plan global y original. Esos planes parciales se diseñan, se elaboran en los periodos entre vidas.
Para que lo podáis «ver,» para que le deis una forma, imaginad una sala donde vuestras almas se reúnen con otras almas que os aman profundamente. Y que al participar unas con otras, todos servís de que cada una, pueda llegar a experimentar su plan individual, su plan esencial, en totalidad. Entonces diseñáis planes, roles e interacciones en esa vida concreta que os sirvan para un propósito global.
En estas salas hay tutores y guías que os ofrecen pautas, alternativas y os comparten sus experiencias como hermanos mayores, para que vuestras experiencias sean mas ricas y creativas.
Ellos os guían y os inspiran .
Una vez en La Tierra, la encarnación en su libre Albedrío y en la densidad de la tercera dimensión terrenal en la que olvidamos casi cualquier cosa mas allá de la experiencia puramente física. Muchas veces alteramos, nos desviamos o re diseñamos el plan, que para este vida, habíamos decidido en aquella sala. Esto sucede a menudo porque la tercera dimensión tiene esta particularidad, en que las Almas olvidan y viven sumergidas en la «ilusión de la experiencia terrena» centrándose única y expresamente en las necesidades e intereses de la encarnación, esto es lo que los budistas o hinduistas llaman Maya o Samsara.
El Alma en su profundo amor por cada de sus encarnaciones, no sufre ni adolece, si no que festeja cada experiencia de su encarnación y honra tanta creatividad y fortaleza. Ya que aun desconectada de la verdad, vive, disfruta y saborea la vida con los matices de la Tierra, y así el Alma se enriquece de maneras que no esperaba, imaginaba, ni podía haber diseñado antes e la encarnación.
Todo, todo en el universo, es pura creación y pura inspiración, de delicioso amor, luz y aroma.
Cuando nuestros hermanos, con los que encarnamos juntos, están en la encarnación, pueden sufrir y adolecer pues olvidamos el plan de amor y servicio de unos a otros con el que originalmente encarnamos, el que diseñamos. Si los planes varían, a veces dentro de nosotros lo notamos, y podemos sufrir insatisfacción dolor y confusión…
Esto sucede porque la encarnación, la mente, se apega a las formas y a las expectativas y se desorienta. Su velo no le permite disfrutar de que el plan se puede re diseñar, avanzando en libertad y entusiasmo.
En el periodo entre vidas compartimos experiencias y observamos como los planes se cambiaron o no, como las encarnaciones ejercen su creatividad, como empiezan a conectar y a trascender la 3ª dimensión y llegan a ser mas conscientes de la realidad del Alma.
Y así en esos momentos entre vidas, disfrutamos y nos inspiramos, para disfrutar una y otra vez de la experiencia en la Tierra, de compartir experiencias, de darnos servicio de amor y luz unos o otros, y de ver mas allá de las limitaciones a las que muchas veces nos aferramos en la Tierra o en experimentamos en la Tierra
Siempre vuestro y orgulloso de vuestro camino de ascensión.
Serapis Bey
Rebeca Lacasa